Los perros alcanzan la madurez a los 12 meses de edad en promedio en razas de talla media, aunque eso puede variar de acuerdo con el tamaño cuando son adultos. Por ejemplo: las razas de tamaño miniatura y pequeñas, tienen una madurez más precoz que las razas de tamaño medio y que las razas de tamaño grande y gigante. En consecuencia, un perro de raza mini o pequeña puede considerarse adulto o maduro sexualmente entre los 8 a 10 meses, mientras las razas gigantes alcanzan este estado entre los 18 a 24 meses.
Una hembra de cualquier raza que sea madura y que tenga una vida reproductiva activa, debe alimentarse de manera diferente a un macho y/o a otra hembra que no esté en lactancia o en etapa de gestación.
La gestación y la lactancia son períodos muy exigentes en términos nutricionales. De una buena alimentación dependerán la viabilidad, la vitalidad y el bienestar de los cachorros, así como del propio cuerpo de la madre.
La gestación de la perra dura en promedio 62 días, pero será el último tercio el más exigente en términos nutricionales. Los cachorros crecen en esta fase mucho más que en las dos primeras partes, provocando que la madre llegue a ganar hasta 30% más de su peso antes de la preñez. Por lo tanto, la alimentación debe revisarse. Se recomienda suministrar alimento de cachorros desde esta época hasta cuando termine la lactancia y debe incrementarse en un 25% o un poco más la cantidad diaria en esta última fase de gestación.
La razón para que se le cambie a dieta de cachorros, es que ésta tiene mayores y mejores niveles de proteína y en general la premezcla de vitaminas y minerales también es superior frente a la de los alimentos para perros adultos en mantenimiento.
Durante la lactancia será necesario suministrar en caso de que la camada sea numerosa, el doble de la cantidad que come la hembra en épocas normales sin tener cachorros. Pero además de la cantidad, la forma como debe ofrecérsele el alimento también incluye un manejo especial. Si se le deja el comedero con la cantidad incrementada, es muy probable que la perra no se consuma tanto alimento en una sola comida. Esto obliga a que se le divida en varias porciones (4 o 5) la dosis diaria que debe ingerir en estas condiciones. Así logrará que la hembra consuma el alimento necesario para tener una abundante lactancia, sin que su estado corporal se deteriore.
