Un intestino sano es sinónimo de buena salud

El intestino es el órgano inmunológico más grande del organismo y funciona como una barrera que limita el acceso de sustancias nocivas. Esta barrera intestinal está integrada por enzimas digestivas pancreáticas, epitelio intestinal y las bacterias que constituyen la flora intestinal. El conjunto formado por billones de microorganismos que habitan en el intestino es denominado microbiota intestinal, realiza funciones clave para la supervivencia, como proporcionar al organismo nutrientes y vitaminas, ayudar a digerir alimentos y apoya al sistema inmunitario para que desarrolle su función adecuadamente. Tanto los seres humanos como los perros y gatos poseen flora intestinal o microbiota intestinal. Esto hace referencia a un conjunto de bacterias beneficiosas que se encuentran presentes de forma natural en el intestino y que resultan de vital importancia para la salud ya que cumplen con las siguientes funciones:

  • Intervienen en la digestión del alimento y son necesarias para una adecuada absorción de los nutrientes.
  • Son imprescindibles para la síntesis de algunas vitaminas y minerales.
  • Protegen el sistema digestivo frente a bacterias patógenas.
  • Ayudan a que nuestra mascota posea un nivel óptimo de vigor y energía.

Los desequilibrios en la flora intestinal del perro repercuten directamente sobre su salud y pueden causar los siguientes síntomas:

  • Hinchazón abdominal
  • Signos de dolor abdominal
  • Aumento de gases intestinales
  • Diarrea
  • Disminución de la respuesta inmunológica

En Cipa nos preocupamos por la salud de tu mascota y entendemos que a través de una buena nutrición logramos prevenir algunos problemas causados por un desequilibrio en el balance de la microflora intestinal; para esto usamos una combinación de probióticos, prebióticos y extractos de plantas aromáticas.

Los Probióticos son microorganismos vivos que cuando son administrados en cantidad adecuada ejercen un efecto beneficioso sobre la salud del huésped” (Organización mundial de la salud-OMS). Dentro de estos se encuentran los Lactobacillus, Bifidobacterium y Aspergillus; su objetivo es influenciar la flora intestinal para aumentar la población de bacterias benéficas que atacan las patógenas como Salmonella, Escherichia coli y otros patógenos potenciales (adaptado del libro Nutrients requirements of dogs and cats, National Research Council, 2004).  Los probióticos que se utilizan con más frecuencia son los pertenecientes a las especies Lactobacillus y Bifidobacterium, siendo los primeros los más usados en la industria láctea para procesos de fermentación, como es el caso de la leche para producir yogurt.

Los Prebióticos son “ingredientes fermentados selectivamente que dan lugar a cambios específicos en la composición y/o la actividad de la flora gastrointestinal, confiriendo así beneficios a la salud del huésped” (Organización mundial de gastroenterología). Provienen de fibras exclusivamente vegetales que pasan sin ser digeridas por el intestino delgado, llegan al intestino grueso y allí colonizan de tal forma que promueven el crecimiento de las bacterias que ya habitan esta parte del tracto digestivo y además son alimento para los probióticos que se adicionan en el alimento. Evitan la adhesión de bacterias patógenas al intestino y favorecen el crecimiento de las bacterias benéficas, gracias a la fibra soluble que los compone, también ayudan a la absorción de agua y a disminuir la velocidad de paso en el tracto gastrointestinal. Cuando los prebióticos son consumidos por las hembras en gestación y/o lactación, el sistema inmunológico de sus cachorros estará mucho más reforzado ya que se les transfieren a través del calostro y de la leche.

Las plantas medicinales han sido usadas ancestralmente, junto con las semillas, los tubérculos y las raíces como medicamentos para los seres humanos con el fin de tratar ciertas enfermedades. Con el tiempo, estas sustancias naturales se han convertido en foco de investigaciones en todo el mundo, una vez que se probó su efectividad, se han utilizado para seres humanos y animales con el objetivo principal de prevenir algunos problemas de salud de forma natural. Los extractos de dichas plantas son denominados aceites esenciales; exhiben un amplio espectro de propiedades inhibitorias contra bacterias patógenas gram positivas y gram negativas (Industrial Crops and Products 62 (2014) 250–264), mejoran la respuesta inmune a través de una mejor función de la integridad intestinal y sus efectos inmunomoduladores a nivel celular y humoral. Han sido probados sus efectos antibacterianos, antimicótico y contra parásitos ayudando a las mascotas en la prevención de algunas enfermedades.

Minerales orgánicos

Las dietas de los animales son suplementadas con fuentes inorgánicas de minerales traza (selenitos, sulfatos, óxidos y carbonatos), que por su forma química son poco disponibles para el organismo, lo cual provoca una asimilación insuficiente de estos minerales. Para aumentar su disponibilidad biológica, los minerales traza se han unido a compuestos orgánicos como aminoácidos y péptidos pequeños con el fin de facilitar su absorción. Lo anterior logra ciertos beneficios para la mascota como mejor calidad del pelo y refuerzo del sistema inmune.

Taurina para proteger su corazón

Los gatos no son capaces de producir toda la cantidad de taurina que necesitan, por lo que resulta esencial este aporte alimenticio. Es fundamental para el correcto funcionamiento del miocardio y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

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